Los audios que se pueden escuchar a continuación pertenecen a la banda sonora de este documental, realizado por el Instituto Geológico y Minero de España (Museo Geominero) y la empresa Acople Grupo Digital. Las diferentes partes son relativamente cortas ya que están sujetas al metraje del vídeo así como a los audios de las secciones narradas.
La textura orquestal es relativamente sencilla y el lenguaje armónico es también claro y sin grandes complejidades, huyendo de la tonalidad clásica por medio del uso de dominantes modales y cambios de color, lo que confiere a su vez un estilo al que estamos acostumbrados. . Año: 2003 · Instrumentación: Orquesta sinfónica · Audio: Cubase software con el sonido del Módulo Sound-Canvas SC-88 de Roland. El audio fue tratado por Dany Richter en el estudio Planet Music · Género: Música cinematográfica
Las diferentes representaciones gráficas, así como los restos de instrumentos musicales, ponen en evidencia la importancia que la música tenía para los antiguos habitantes de Egipto. De hecho, los músicos eran enterrados en necrópolis importantes, incluso reales.
Debido a que no lograron desarrollar un sistema de escritura para los sonidos, sólo podemos hacernos una idea de la misma a través de las representaciones gráficas y de los instrumentos conservados. Estos últimos, de viento, de cuerda y de percusión, sugieren que utilizaban como base escalas pentatónicas y/o heptatónicas.
Flautas rectas, chirimías (tubos paralelos a modo de flautas que se tocan al unísono), trompetas, arpas de hasta ocho cuerdas, guitarras de tres cuerdas así como una gran variedad de elementos percusivos (címbalos, tambores, sistros, etc) eran los instrumentos más comunes.
Evidentemente, tanto los diferentes instrumentos como su uso, debieron de ir evolucionando a lo largo de los tres grandes períodos (Antiguo, Medio y Nuevo) del Imperio de Egipto. Además, los últimos tiempos del mismo están fuertemente influidos por la Cultura Helena, con el consiguiente intercambio cultural. En lo referente a la música, algunas escuelas griegas de pensamiento (Pitágoras, Ptolomeo, etc.), consideraban que el arte de los sonidos estaba regulado por leyes matemáticas.
La música en la Antigua Grecia fue una de las piedras angulares sobre las que se apoyaba el arte heleno. De una importancia social innnegable, la música estableció una relación muy íntima con la danza y, por supuesto, con el teatro, otro de los pilares fundamentales de su cultura. Pero, además, la estructura arquitectónica de la música griega está íntimamente ligada con la posterior música occidental ya que ésta, por supuesto con bastantes modificaciones, utilizó en parte las escalas que habían sido desarrolladas por los músicos helenos.
Por suerte, se conocen cerca de cincuenta fragmentos de música griega, la mayoría muy incompletos y casi ninguno entero (salvo el Epitafio de Seikilos, que podremos escuchar más adelante). Afortunadamente, los antiguos griegos lograron encontrar un modo de representar gráficamente los sonidos: por medio de letras que indicaban la altura y por medio de signos que indicaban su duración. Con ello, se han podido sistematizar ciertos sonidos y ritmos de esta música. Y, por supuesto, también se conocen bien las escalas (modos) en las que se basaba la arquitectura de esta música.
Desde la escala fundamental dórica: re-do-si-la-sol-fa-mi-re, los sonidos se podían transformar en otros modos bien conocidos: hipodórico, frigio, hipofrigio, lidio, hipolidio, mixolidio e hipomixolidio. Hay que destacar dos aspectos importantes: 1) estas escalas, a diferencia de las posteriores occidentales, son descendentes. 2) la presencia de una gran variedad de modos, en contraste con los únicos mayor y menor de la música occidental tonal (o práctica común), lo que añade una gran potencialidad expresiva.
Instrumentos como la lira, la cítara, la flauta de Pan (siringa), el aulos, el hydraulis (precursor del órgano), la trompeta y, por supuesto, diversos elementos de percusión eran muy comunes en la antigua Grecia.
El Epitafio de Seikilos
Es la pieza de música procedente de la antigua Grecia que mejor se ha conservado. Fue descubierta durante el siglo XIX en una población cerca de la ciudad de Éfeso (Turquía) y está escrita en una estela de mármol procedente de la tumba de Euterpe (esposa de Seikilos) y datada como del siglo I antes de Cristo.
Es una canción, de carácter melancólico, que se desenvuelve en el ámbito de una octava (de Mi4 a Mi5) y escrita según nuestro modo mixolidio actual.
A continuación podemos escuchar un audio como referencia…
Epitafio de Seikilos
Continuará…
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